lA PERSONALIDAD Y SU DESARROLLO
La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto dinámico de características psíquicas de una persona,
a la organización interior que determina que los individuos actúen de
manera diferente ante una determinada circunstancia. El concepto puede
definirse también como el patrón de actitudes, pensamientos,
sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una persona, y
que tiene una cierta persistencia y estabilidad a lo largo de su vida de
modo tal que las manifestaciones de ese patrón en las diferentes
situaciones posee algún grado de predictibilidad.
Historia del concepto
El concepto de «personalidad» proviene del término «persona»,
denominación que se utilizaba en el latín clásico para la máscara que
portaban los actores de teatro en la antigüedad. Sin embargo, ya en ese
entonces se hablaba en un sentido amplio y figurado de «personas» para
referirse a los roles, es decir a «como quién» o «representando a quién»
actuaba un determinado actor teatral tras su máscara.
El concepto paulatinamente se transfirió a otras esferas de la
sociedad, más allá del teatro, pero en la Roma antigua, «personas» eran
solamente los ciudadanos, jurídicamente provistos de derechos (en
contraste con los esclavos que no eran considerados personas, puesto que
no podían decidir sobre su propio actuar, ni menos aún deliberar sobre
el de los demás). El concepto estaba inicialmente muy restringido a
aquellos ciudadanos poderosos, que gozaban de honra, prestigio y, en
respeto a su dignidad, eran los únicos poseedores de derechos
ciudadanos. Con la llegada de la Era Cristiana, el concepto de persona
cambia de significado para poder significar el dogma de la Trinidad (Dios es uno sólo en cuanto a la naturaleza, pero trino en personas) y el dogma de la Encarnación
(La segunda Persona de la Trinidad, asumió una naturaleza humana, sin
dejar de tener una naturaleza divina. Esta unión se realiza "en la
persona". Así, persona pasa a significar, según la definición clásica
del filósofo cristiano Boecio a la sustancia individual de naturaleza racional,
y según Tomás de Aquino al "subsistente distinto en naturaleza
intelectual". Se diferencia a la naturaleza, que significa una esencia
común a muchos (por ejemplo, "hombre") de la persona que designa al
individuo de esa naturaleza en lo que tiene de propiamente individual.
Este es el concepto de persona que ha pasado con algunas modificaciones a
veces, hasta nuestros días, y que fundamenta que todo individuo de
naturaleza humana es persona, independientemente de sus circunstancias
biográficas, genéticas, sociales o económica, y es un individuo dotado
de una especial dignidad. En los filósofos escolásticos, la palabra
personalidad ("personalitas") se utilizaba para designar aquella
perfección poseyendo la cual un determinado individuo es persona. En el
transcurso de los siglos, el concepto de «persona» se fue transformando
gradualmente en uno más general hasta llegar utilizarse en el sentido
coloquial actual, es decir, prácticamente como sinónimo de «ser humano».
En el contexto de este desarrollo conceptual, la aparición del adjetivo
«personal» facilitó el desarrollo del sustantivo «personalidad»,
utilizado para designar la totalidad de características «personales» que
interactúan dinámicamente entre sí para producir aquél estilo
relativamente estable de desenvolverse individual y socialmente que un
individuo posee.2 No debe confundirse el concepto de persona con el de personalidad.
Mientras que el primero designa al individuo en su totalidad, el
segundo designa un aspecto suyo, el conjunto organizado de sus
disposiciones a la operación.
Definición
Al tratarse de un concepto básico dentro de la psicología, a lo largo
de la historia ha recibido numerosas definiciones, además de las
conceptualizaciones más o menos intuitivas que ha recibido. Algunos
autores han organizado y clasificado estas definiciones en grupos.
La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de
características o patrón (UCCELLI) de sentimientos, emociones y
pensamientos ligados al comportamiento, es decir, los pensamientos, sentimientos,
actitudes, hábitos y la conducta de cada individuo, que persiste a lo
largo del tiempo frente a distintas situaciones distinguiendo a un
individuo de cualquier otro haciéndolo diferente a los demás. La
personalidad persiste en el comportamiento
de las personas congruentes a través del tiempo, aun en distintas
situaciones o momentos, otorgando algo único a cada individuo que lo
caracteriza como independiente y diferente. Ambos aspectos de la
personalidad, distinción y persistencia, tienen una fuerte vinculación
con la construcción de la identidad, a la cual modela con características denominadas rasgos
o conjuntos de rasgos que, junto con otros aspectos del comportamiento,
se integran en una unidad coherente que finalmente describe a la
persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a través del
tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa persona
se comporte de modo igual en todos los casos. Es decir, la personalidad
es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos
la realidad, mostrando una tendencia de ese comportamiento a través del
tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo en que nos
vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos permite
reaccionar ante ese mundo de acuerdo al modo de percepción,
retro-alimentando con esa conducta en nuestra propia personalidad. Cada
persona al nacer ya tiene su propia personalidad con ciertas
características propias, que con el paso del tiempo más el factor ambiental
y las circunstancias es como se definirá esa persona. La personalidad
será fundamental para el desarrollo de las demás habilidades del
individuo y para la integración con grupos sociales.
Según Gordon Allport la personalidad es "la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar, única en cada sujeto en su proceso de adaptación al medio".
Desmembrando esa afirmación encontramos que:
- La organización representa el orden en que se halla estructurada las partes de la personalidad de cada sujeto.
- Lo dinámico se refiere a que cada persona se encuentra en un constante intercambio con el medio que sólo se interrumpe con la muerte.
- Los sistemas psicofísicos hacen referencia a las actividades que provienen del principio inmaterial(fenómeno psíquico) y el principio material(fenómeno físico).
- La forma de pensar hace referencia a la vertiente interna de la personalidad.
- La forma de actuar hace referencia a la vertiente externa de la personalidad que se manifiesta en la conducta de la persona.
- Y es única en cada sujeto por la naturaleza caótica en el que el cerebro organiza las sinapsis.
Rasgos de personalidad según Gordon Allport
- Rasgo cardinal: una característica única que dirige buena parte de las actividades de una persona.
- Rasgos centrales: Como la honestidad y la sociabilidad, por lo general van de cinco a 10 en cualquier persona.
- Rasgos secundarios: Características que inciden en el comportamiento en muchas menos situaciones y ejercen menos influencia que los rasgos centrales o cardinales.
"Los rasgos ofrecen una explicación clara y sencilla de las
consistencias conductuales de las personas permitiendo comparar
fácilmente a una persona con otra. Los rasgos son características de la
personalidad y comportamientos consistentes que se manifiestan en
diferentes situaciones. La teoría de los rasgos busca explicar, en forma
sencilla, las consistencias en el comportamiento de los individuos."
Fundamentos de la Personalidad según Gordon Allport
Gordon Allport
indicó que podemos considerar a la constitución física, el temperamento
y la inteligencia como los "materiales" de la personalidad, aunque
experimenten con los años una lenta maduración. Hablamos de estos
elementos como los materiales en bruto porque dependen en gran parte
(aunque no exclusivamente) de lo que se ha recibido por herencia. De los
tres, la constitución física es la más visiblemente ligada a la
herencia (de un modo complejo), pero hay pruebas de peso que apoyan la
creencia que de también el temperamento y la inteligencia están
genéticamente determinados. Llevando la argumentación más lejos, podemos
preguntarnos si la fundamental asociación entre la constitución
corporal y el temperamento es una correlación innata o se debe a las
experiencias de la vida. Consideremos el ejemplo de un muchacho
marcadamente delgado y más débil que sus compañeros. No sirve para los
deportes y si se pelea le toca siempre perder. ¿Qué ocurrirá? Se
desarrollara en él un modo de ser tenso, reservado, inhibido,
introvertido. No podemos demostrar que es únicamente la experiencia de
la vida lo que explica la correspondencia entre la constitución corporal
y el temperamento, pero es probable que influya en ello.
Es necesario incluir la inteligencia entre los materiales de la
personalidad, porque la inteligencia está de algún modo esta
estrechamente relacionada con el sistema nervioso central, que pertenece
al caudal hereditario del individuo junto con el sistema neuroglandular
subyacente a la constitución corporal y al temperamento. Difícilmente
podría explicarse de cuantos modos puede diferir el sistema nervioso
entre dos individuos en el momento de nacer. Existen amplias variaciones
en el número de células cerebrales, en su disposición, metabolismo,
conductividad, conexión y disponibilidad para el uso. Cuando las
combinaciones son favorables, el individuo está dotado de elevada
inteligencia; si son desfavorables la inteligencia será baja; si existen
condiciones mixtas, los resultados son intermedios.
Teoría de enfoques cognitivos-sociales de la personalidad Bandura
Teoría que destaca la influencia de las cogniciones de la persona
pensamientos, sentimientos, expectativa y valores en la determinación de
la personalidad.
Definiciones aditivas e integradoras
Las definiciones aditivas serían aquellas definiciones de la
personalidad que la ven como la suma de un conjunto de características.
Las integradoras darían un paso más, al enfatizar el carácter organizado
y estructurado de esta adición. Las definiciones de los años 1930 y 1940 iban en este sentido. Henry Murray sería un autor que dio una definición aditiva y [Hans Eysenc], quien apostó por la vertiente integradora.
En concreto, Hans Eysenck propuso un modelo de la personalidad estructurado en tres dimensiones (extraversión, neuroticismo y psicoticismo). Por las iniciales de estas tres dimensiones se le ha llamado el modelo PEN. Este modelo tiene una fundamentación psicométrica (análisis factorial).
Definiciones jerárquicas
Estas definiciones admiten la estructura integrada de los elementos
que conforman la personalidad, pero con preponderancia de unos elementos
sobre otros. Dentro de estas teorías, autores psicoanalíticos propusieron una estructura superior determinante fundamental de la conducta del individuo: el superyó. Desde teorías psicológicas científicas se propuso la necesidad de actualización. Ejemplo de estas teorías serían las de Floyd Allpor
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